Se puede hacer un diagnóstico teniendo en cuenta diferentes aspectos:
- Antecedentes médicos: el médico preguntará al paciente sobre los síntomas y durante cuánto tiempo los ha tenido.
- Examen clínico: el médico comprobará los signos médicos (por ejemplo, ganglios linfáticos inflamados, articulaciones inflamadas, etc.).
- Pruebas analíticas: los médicos pueden analizar la sangre del paciente para buscar marcadores de inflamación o autoanticuerpos.
Además, durante el proceso para realizar un diagnóstico apropiado, son esenciales el conocimiento y la concienciación por parte del médico y la comunicación efectiva entre el propio médico y el paciente.